Estéril
Teórico
De todo
Militante
De nada
Efraín Huerta
Todo por hacer es difícil en sí. Me costó mucho trabajo decidirme a abrir un blog y ponerme a escribir sobre cualquier cosa. Incluso pensar en la primera entrada fue un ir y venir sobre todo lo que uno puede decir (huelga mencionar que no pocas cosas); la carta de presentación.
Decidí, pues, hacer una declaración de principios. Una cosa tontamente solemne e innecesaria. Pero, ¿qué cosas no son innecesarias?...
Un poco acerca de mí
Hay algo que (retomando a Borges) suelo llamar la ilusión de Evaristo Cariego: aquella reflexión sobre un hombre contándole a otro la vida de un tercero que no conoció. Toda recreación de los hechos es imprecisa, y me disculpo por no poder evitar eso. No me conozco, pero sé algunas cosas sobre mí.
Puedo decir en principio que, soy músico y ávido lector; sin ánimo de menospreciarme o elogiarme, escribo y también borro.
Nací hace tanto que no me acuerdo del día exacto. Sé que he amado un montón de veces; que estudié algunas cosas; que se me da fácil el divagar. También colecciono preguntas que me asaltan y que me gusta tener sin respuesta, por ejemplo: Cuando uno es concebido ¿viene al mundo despierto o dormido?
Principios y finales
Siempre he creído que resulta demás hablar de uno mismo, y trato de no hacerlo demasiado. Es decir, en todo lo que uno dice, ya se adivina qué y quién es uno. Así que al final nos conocemos por convivir. Hasta aquí, agradezco a quién se haya tomado el detalle de leerme.
Principio cero: Teniendo habilidad, suficiencia y entendimiento para tratar del universo todo, pido que no se desprecie mi trabajo, pero tampoco pido alabanzas, por lo que escribo; a lo sumo, por lo que he dejado de escribir.
Principio uno: Puedo cambiar de opinión muy fácil, si el caso lo amerita.
Principio dos: No temo admitir cuando me equivoco, entonces siempre busco corregir lo que haya que corregir.
Principio tres: Antes que críticas y sentencias, todo cuanto digo son comentarios.
Principio cuatro: Me gusta aprender y siempre agradezco cuando se me enseña algo que no entiendo o desconozco.
Principio cinco: La música es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos infinitos. A lo largo de mis días, por siempre viviré. (a la manera de Billy Pilgrim)
Principio cínico: Mi vida podrá ser una completa mentira, pero lo que escribo es solo la verdad.
Principio seis: La poesía es la única verdad.
Principio siete: Todo cuanto hay por decir, ya ha sido dicho.
Principio ocho: Ya veremos qué resulta. El asombro como modo de vida.
Principio nueve: Un espacio para cualquier cosa que se me haya olvidado o haya omitido.
Desde el no lugar, por el primer sendero a la mano.
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