viernes, 31 de enero de 2020

Ciencia inversa o vestigios de una musa pretérita

Aunque es la última en invención (hasta ahora), es la segunda en ser terminada; una musa que brilla por su ausencia. Románticos, absténgansen de leer. Digna de su naturaleza, la prosa se escribió comenzando por el final, no se me tome por bromista, que volver a casa sin luz de estrellas y eludiendo los ecos de la lluvia no es cosa fácil. ¿Qué decir? Me siento dueño de mis palabras, lástima que le pertenecen a todos. Puse evidencia de mi vida allí, de lecturas. Lean con placer y cuidado, puntos extra para quien descubra a los detectives, las islas de Quelquepart, una canción, mis lecciones de física, cómo salir sin salir / irse sin llegar / amar sin amar y el reflejo que le robé a Borges. Le debemos a Malú Huacuja del Toro el cuento policial sin policía. A ella y a su Crímen sin faltas de ortografía declaro mi admiración y le dedico esta musa.

Así, a veces, en los escombros de una casa, en humildes ruinas apisonadas por el tiempo, subsiste algún fragmento de cornisa labrada o un pedazo de mayólica con dibujos que, póstumos, atestan una precisa armonía y permiten concebir, si no el entero edificio, al menos una silueta justa o los módulos ideales de la tradición a la que obedecerá.
La busca del jardín: Rueda / Héctor Bianciotti

Desde que tengo memoria he sentido pasión por los escombros. Los restos y el detritus son para mí el antipotencial de aquello que fueron. Quizá son mis ganas de ir en contra, pero en el tiempo, los desechos son a la muerte lo que las semillas a la vida. Entonces hago de esto —de mi amor por los restos— una entelequia negativa: no lo que serán las cosas por su simiente, sino lo que fueron las cosas por lo que de ellas queda.
A partir de cenizas y la tierra carbonizada, de cimientos rotos sobre ladrillos incompletos, de una vertebra desconocida o de desordenados pedazos de cualquier materia, puedo reconstruir en mi mente el bosque antes del incendio, la estructura antes del derrumbe, el animal desconocido antes del advenimiento de su fin o los objetos antes de la violenta caída; porque para los otros, aquello que por roto o derruido pierde significado, para mí, lo gana, alcanza su plenitud. Lo veo así: las cosas son desorden y deben volver a ese origen primigenio.
Hecha esta explicación de mi carácter y psicología, contaré lo que queda de mí y cómo es que llegué a ser lo que dejé de ser.
Estaba disfrutando el silencio que sugería una música lejana en el tiempo y recogiendo flores marchitas.
En esas me encontraba yo, haciendo de las porquerías paraísos, cuando me llamaron a poner en orden una habitación abandonada por una mujer. De ella no se me dió menor detalle.
Como debe esperar el lector de esta memoria —un fragmento de mí—, me había dedicado desde hacía mucho tiempo a ser un formidable detective. 
El trabajo era sencillo, al menos en apariencia. Debía redondear las formas; buscar, a partir de lo abandonado, el rastro de una fugitiva. Y, en honor a la verdad, jamás me sentí tan confundido como la tarde que abrí la puerta de esa habitación y miré rápidamente los pocos objetos desperdigados con premura por el lugar. 
Supe, sin mucho esfuerzo, que nada de eso tenía sentido, que me enfrentaba con un enigma; desde el momento en que puse un pie dentro, tuve la sensación de haber entrado en un laberinto.
Los años y el volver una y otra vez sobre las cavilaciones de entonces me hacen sentir que yo era el protagonista de una parodia de argumentos de “cuartos cerrados” con la única diferencia de que en mi historia no había sucedido ningún homicidio... bonita película de policías sin policías.
El primer misterio lo constituía un desorden de ropa que el armario vomitaba. Mi experiencia en actos de apremio me decía que la manera en la que el vestido estaba pendiendo apenas de un gancho, que la forma abultada de un abrigo sobre un par de blusas arrugadas o la disposición en la que los cajones yacían entre abiertos y mal cerrados eran en su naturalidad algo antinatural. Ensayaba en mi cabeza los movimientos de avecilla nerviosa de la ausente: solamente aritméticas sin sentido podían ofrecer tales resultados: para que el vestido x estuviera en la posición y, nuestra dama debió haber descolgado la prenda mientras estaba parada de manos; o para que el cajón z quedara con las ropas atrapadas entre los bordes, debió haber sido abierto y cerrado desde dentro; entre otras paradojas.
El segundo misterio, no menor al de las ropas, era el del escritorio. La lógica más elemental, y aún el instinto de supervivencia dictan a quienes escapan ciertas convenciones: preferir cargar con lo útil antes que lo sentimental; tomar sin rodeos tal o cual objeto necesario; u ocultar aquello importante que no puede ser llevado por el momento. El escritorio de mi fugitiva parecía ser la excepción que modifica la regla. Había abandonado —casi con desdén— dinero, pasaporte y dos anillos de cierto valor. No así, por las impresiones del polvo, se notaba que faltaban allí una libreta, el abrecartas y ¡una lámpara! No conforme con eso, un examen del basurero a un costado, reveló la ausencia de dos estilográficas, una de tinta azul y la otra de tinta negra.
Para cerrar el triángulo de las bermudas que era ese cuarto, tenía sobre la cama una agenda con un itinerario de viaje para la sorprendente fecha de 200 años —de Invisible— después de aquel día; un mapa con ingentes anotaciones sobre varias islas diminutas en Oceanía; y un fajo de correspondencia sellada.
Hasta las cosas más triviales de alguien gritan con dolor las huellas digitales de su alma. Tenía ante mí las voces de objetos que afirmaban cosas que el inmediato negaba.
Acepté la realidad con todo lo absurdo que los despojos proponían: que la mujer estaba dentro del cajón cuando lo abrió y permaneció allí cuando lo cerró; que andaba con las manos por toda la habitación; que le importaba más una lámpara que el dinero; que la escritura contradictoria del itinerario decía que comenzaba sus notas de atrás hacia adelante como escribiendo palíndromos delirantes; que tenía predilección por aventuras marítimas en los mares del sur; y que había escrito toda una correspondencia clarividencial para mí.
En éstas últimas su tono era burlón, la primera decía algo como: «Querido Señor Detective ¿Zadig?, cuando lea esto estaré tomando una bebida refrescante en alguna playa de la isla Sandy. Es inútil seguir mis pasos, procuro volar para no dejar huellas. Si en verdad es urgente que me encuentre, empiece por mi tierra natal Quelquepart».
Repasé los pormenores, luego los pormayores; cuando no dieron respuestas, seguí por los pormedianos y sólo en ellos hubo algo: el orden contradictorio de los objetos en el cuarto había sido pensado a partir del principio de Huygens: ella, igual que una perturbación en la superficie del agua, había sido el foco emisor de su escape; acto seguido había hecho que todas las cosas en la habitación fueran la prolongación de su escape, por lo cual, todo lo posterior a ellas podía ser considerado el indicio principal de mi pesquisa; con esta argucia había dotado de paredes casi infinitas al laberinto. Diseñó esto de tal manera que teóricamente todas las pistas podían llevarme a ella, pero sólo una lo haría realmente. 
Lejos de frustrarme, quedé asombrado de su capacidad de previsión. Mostraré a qué grado, con el pasaje de otra carta: «Querido Detective ¿Dupin?, considero que no es un reto hallarme, estoy donde menos uno lo esperaría, pero no piense que me porto retórica, en verdad soy como la sombra que le pisa los talones; y cuando se da la vuelta porque su desarrollada escopaestecia se lo dice, yo me pongo de inmediato detrás de usted y le sigo a donde va. Debe reconocer que hago un gran esfuerzo en ello, por eso, de vez en cuando vuelvo a la playa en la isla Sandy y me tiro en la arena a esperar que mire con los ojos cerrados mi tierra natal de Quelquepart».
Leí estás líneas un poco antes de sentirme observado, desde todos los rincones... Como había dicho arriba, siento pasión por los escombros y no puede menos que acordarme de la casa de Carlos Argentino, con sus pretensiosos poemas sepultados y en algún lugar un punto que podía ser mirado desde cualquier parte del universo. De pronto me sentí así, como que en verdad ella y su habitación me vigilaban... por un momento tuve cierto terror hacia lo panóptico.
Decifré el significado extraño de la habitación: sus actos eran una escritura cifrada; la razón de la ropa en acomodo imposible era jugar con mi lógica, mostrarme el potencial de los distintos métodos para llegar al mismo sitio. Luego, del escritorio comprendí que lo abandonado allí era una especie de mirada a su alma, cómo había rechazado lo mezquino y valorando el significado extendido de aquello que estaba ausente. El itinerario era una luna de miel y el mapa jugaba con la espectativa, afirmaba tácitamente que todos los espejos se equivocan; las islas señaladas no existían, eran geografías fatamorganas. Comprendí que allí, en cualquier parte, estaba ella.
Para cuando le dije a mis clientes que aquella a quien me habían mandado a buscar estaba siempre trás de mí y que por más que la perseguía no daba con su presencia, me tomaron por charlatán. Cosa predicha al pie de la letra por la enigmática en sus epístolas. No por ello me despidieron, pero hicieron hincapié en que se me había pagado y debía cumplir con mi trabajo. Ella también predijo esto. Entonces me pregunté si no había estado actuando involuntariamente a su conveniencia, si al leer esas páginas mesméricas me sugestionaba para cumplir obedientemente un cometido secreto. Deseché la idea y sólo así pude comprobar que era una suposición acertada. Desde el principio había caído en su conspiración, porque alguien tan lista como ella sabía que enviarían a alguien como yo, había diseñado la forma más eficaz de entretenerme en juegos mentales. Entonces, ¿qué hacer?
La última carta tenía la respuesta: «Detective querido, ¿Beltsasar?, vaya a Quelquepart. Cuando acabe de leer esta línea va a descubrir que se ha enamorado de mí —y fue verdad—. También yo me he enamorado de usted, y pronto comprenderá por qué —la razón es que ella sentía pasión por el potencial del las cosas, su vida era predecir de manera precisa el devenir de una hoja al viento que terminaría seca y quebrada en un charco de lluvia, el mismo que yo pisaría en dos días, después de leer ésta carta; y haría mi acostumbrada reconstrucción de cómo la hoja había terminado allí, cosa que me llevaría a seguirla con la mente por el viento hasta la mirada de ella y comprendería que había allí un amor a medio camino de naufragio y a medio camino de zarpar de nuevo—; ya nos hemos amado, yo desde la anticipación y usted desde la reconstrucción. Nos veremos sólo una vez, el tiempo suficiente para que todo dentro de su existencia se quiebre y sea feliz con tanta destrucción».
La vi, por supuesto, un momento, cuando regresó por su itinerario de viaje a esa habitación, dijo que volvería a Quelquepart y que me amó de una forma total mientras duró su vida. Se fue tal y como vino y yo me quedé con la tristeza, cosa de la que soy capaz de rehacer ese amor intenso y extraño. Pienso que quien está en paz con sus pérdidas no sufre los estragos de la nostalgia.

miércoles, 15 de enero de 2020

Eufoneología: diccionario de neologismos, palabrario literario y nonsense

[Guía de uso: las palabras nuevas aparecerán después de un en cursiva. Las que se han agregado desde antes aparecen después de un   en cursivas y negritas.]

Empiece ya
La farandolina en la lejantaña de la montanía
El horimen bajo firmazonte
[...]
Empiece ya
La faranmandó mandó liná
Con su musiquí con su musicá

La carabatina
La carabantú
La farandosilina
La Farandú
La Carabantantá
La Carabantantí
La farandosiá
La faransí

Tales son algunos versos del canto V de Altazor o el viaje en paracaídas de Vicente Huidobro; cargados de juegos de palabras, de invenciones agradables al paladarpronunciar. Luego en el canto VII:

Tralalí
Lali lalá
[...]
Monlutrella Monluztrella
[...]
Mitrapausa
[...]
Tralalá
ai mareciente y eternauta
[...]
Temporía
[...]
Lunatado
[...]
Plegasuena
Cantasorio [...]
[...]
Tempovío
Infilero e infinauta [...]
[...]
Lalalí

La algarabía; quizá la ebriedad de las sílabas: me fascina el nonsense, palabras despojadas de significado y resignificadas; rotas y rearmadas. Huidobro es uno entre mil de los que hablaron y escribieron hasta la glosalalia. Y como soy débil ante estos despliegues de ingenió —autores inventados, libros inventados, países inventados y palabras inventadas— y a la acumulación de miniaturas: recojo aquí un diccionario de neologismos y eufonías inventadas.

A
Acrosónico (Acrosonic). Adj. Física. EUA. [Lolita. Nabokov, Vladimir.]: Un ruido que supera o alcanza la velocidad del sonido. Acuñada por H. H.

Apretujario. Cultura popular. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Antro, discoteca.

B

Baciyelmo. [El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra]: De bacía y yelmo, término creado por Sancho Panza para zanjar la disputa entre don Quijote, que afirma llevar el yelmo de Mambrino, y un barbero, que sostiene que don Quijote se cubre en realidad la cabeza con una bacía: Situación o realidad caracterizada por la pretensión de conciliar, mediante una fórmula híbrida, posiciones o conceptos enfrentados.

Bañear. Verbo. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Ahogar.

Benignativo. Química. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]:  Grupo de elementos psicotrópicos que inclinan al bien. Podemos citar: El hedonidol, la benefactorina, la enfasiana, el euforiasol, el felicitol, el altruismol, la bonocaresina.

Benpas o BAP. Término químico-militar. Del Futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Bombas de Amor al Prójimo; armas químicas cargadas con psicotrópicos benigantivos.

Bia. de la région Filfa Marimondina [de Viaje a Cotiledonia de Cristóbal Serra]: quiere decir todo lo que tiene sentido afirmativo.

Boquiarrugado. Medicina. Del futuro [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Resucitado, el que fue asesinado y luego han devuelto a la vida. También puede ser Zmarskacz.

Boquirrubio. Cibernética. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Robot lubrificador. [esta palabra existe en español, refiriéndose a aquel que sin necesidad ni reserva dice cuánto sabe].

C

Caraculiambro. [El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra]: nombre del gigante y señor especular de la ínsula Malindrania.

• Catalá-Etelé. de la région Filfa Marimondina [de Viaje a Cotiledonia de Cristóbal Serra]: son dos locuciones juntas que significan escaso desprendimiento y ansia inconcebible de chupar la vida para sacarle jugo.

Cazardor. Adjetivo. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: El que plagia las ideas ajenas.

Climenole. Laputa [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Sacudidor, persona encargada de sacar, valiéndose de una vejiga que contiene guijarros, de su intensos pensamientos a los sabios de este país. En las conversaciones un sacudidor golpea la boca de aquel que va a hablar y otro golpea la oreja del interpelado.

Cremocracia. Sociedad. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Corrupción. Deriva del término cremocrata: sobornados; que trata de untarlo a uno con crema, metafóricamente hablando.

Cryptochromism / Criptocromatismo. Adj. [Lolita de Vladimir Nabokov]: Que se oculta con colores, similar a camaleónico. Acuñada por H. H.

Criptoquímicodemocracia. Política. [Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Estrategia política de control que se probó en la nación de Costarricania. Consiste en la manipulación de las acciones de los ciudadanos a través de elementos psicotrópicos benigantivos colocados en el agua potable de manera secreta.

D

 Daymare (pesadilla diurna). Sustantivo. [Lolita de Vladimir Nabokov]: Dada la expresión "soñar despierto", H. H. acuña este término en referencia a una Night - mare diurna, sustituyendo —etimológicamente— Nigth por Day

Desymulat. Sustantivo. Del futuro [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Objeto que finge existir, pero que no existe.

Drurr. Liliput [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: unidad de medida aproximada a dos milímetros.

E

Espiroquetistas. Orantonia [De El gato con botas y Simbad el marino o Badsim el marrano (novela póstuma), de Vicente Huidobro]: partido político del país de Orantonia, se reconocen porque les tiembla la mano izquierda al llevarse la copa a los labios.

Experimentar. Verbo. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Existir: puesto que es posible vivir varias veces en este mundo futuro.

F

Flandona Gagnole. Balnibarbi [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Cueva de los astrónomos. Edificación cúpular que se encuentra en el centro de la isla flotante de Laputa, cumple la función de observatorio.

Fluft drin Yalerick Dwuldum prastrad mirplush. Luggnagg [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: "Mi lengua está en la boca de mi amigo." Expresión difícil de traducir que quiere decir que uno desea se le permita traer a un intérprete. Lemuel Gulliver la usa durante la entrevista con el rey de Luggnagg.

G

Glonglung. Brobdingrag [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Aprox. una milla inglesa.

Glumdalclitch. Brobdingrag [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Niñerita.

Glumgluff. Liliput [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: unidad de medida que equivale aproximadamente a dos metros.

Gnnayh. Houyhnhnm [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Ave de rapiña.

Grildrig. Brobdingrag [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Aprox. Maniquí / Muñeco; supuestamente a las voces nanunculus del latín, homunceletino y mannikin del inglés; sólo la última palabra existe, las primeras dos son falsas.

Grulturd. Brobdingrag [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Pregonero.

H

Hlunnh. Houyhnhnm [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Avena.

Hnea-yahoo. Houyhnhnm [De los viajes de Gulliver]: Mal del Yahoo (humano).

Hnhsloayn. Houyhnhnm [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: "Exhortación"; palabra de especial significado entre los habitantes de éste país, ya que, gobernados por la razón no conciben que un ser racional pueda ser obligado a realizar algo que a todas luces es lo más sensato.

Houyhnhnm. Houyhnhnm [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Caballo. Etimológicamente: "Perfección de la naturaleza."

Hnuy olla nyha Mariah yahoo. Houyhnhnm [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: frase de difícil traducción que significa "cuídate, buen yahoo."

I

Ickpling Gloffthrobb Squutserumm blhiop Mlashnat Zwin tnodbalkguffh Slhiophad Gurdlubh Asht. Luggnagg [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: "Llegue su celeste Majestad a sobrevivir al sol once lunas y media"; fórmula establecida por las leyes de éste país para todas las personas recibidas en presencia del rey. Debido a su dificultad para traducir por separado, he optado dejarla tal y como está en el libro.

J

K

L

Libidream. Sustantivo. Psicología. EUA. [De Lolita de Vladimir Nabokov]: Neologismo compuesto por las palabras líbido y sueño (dream), para referir un sueño erótico. Acuñada por H. H.

Lik. de la région Filfa Marimondina [de Viaje a Cotiledonia de Cristóbal Serra]: tú eres búfalo y lametón.

Llnuwnh. Houyhnhnm. [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: "retirarse a su primera madre"; término que hace referencia a la muerte.

Logomancy / Logomancia. [Lolita de Vladimir Nabokov]: Palabra hermana de Logodedalia (arte o ciencia de la invención/acuñación de palabras nuevas), que refiere a la adivinación a partir de las palabras. Acuñada por H. H.

Lorbrulgrud. Brobdingnag [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Orgullo del universo.

Luhimuhs. Houyhnhnm. [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Especie de rata silvestre de este país. Uno de los alimentos procesados de los Yahoo.

Luizetta. Del francés. [Lolita de Vladimir Nabokov]: Según H. H. (Quien además acuña esta palabra) es una caja barata que se puede comprar en Argel. Su nombre proviene del francés Louis d'or [Luis de Oro, una moneda].

Lumos Kelmin pesso desmar lon Emposo. Liliput [De los Viajes de Gulliver, de Jonathan Swift; como soy incapaz de determinar exactamente qué palabras corresponden a su traducción, coloco la cita completa.]: Jurar la paz con él y su reino.

Lyhannh. Houyhnhnm. [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Golondrina.

M

Malindrania. Español. [El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra]: Isla imaginaria gobernada por Caraculiambro.

• Malupón. de la région Filfa Marimondina [de Viaje a Cotiledonia de Cristóbal Serra]: significa “las dos opiniones, la tuya y la mía, sea vienen.” Es un exclamación útil, destinada a dirimir las discusiones que no tienen coto. Es de buen tono está exclamación, hasta el punto de que quién primero la pronuncia, en una discusión acalorada, es tenido en adelante por superior al otro.

Mandamic. Adj. [De Lolita de Vladimir Nabokov]: Señora o dueña de un burdel. Acuñada por H. H.

Mara y Poma. de la région Filfa Marimondina [de Viaje a Cotiledonia de Cristóbal Serra]: son las dos palabras que encarnan todo cuanto tiene sentido negativo y destructor.

Media-Madre. Medicina, término compuesto. Del futuro. [de Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Como media abuela, media oca. Una de entre dos mujeres que dieron a luz colectivamente a un niño.

Menosorquia. Sus. [de La feria de Juan José Arreola]: Según Arreola esta palabra (que podría existir) define la sensación imperiosa de pecar.

N

Nanay. Sus. de la région Filfa Marimondina [de Viaje a Cotiledonia de Cristóbal Serra]: Todas las negociaciones, interdicciones, y oposiciones de los poderosos que no siempre coinciden con el “no” rotundo.

Nnuhnoh. Houyhnhnm [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Ave de fino plumaje.

Nundina. de la région Filfa Marimondina [de Viaje a Cotiledonia de Cristóbal Serra]: es la palabra más usual. Significa mar y también la contraseña de todo marimondino. 

Ñ

O

Ovífero. Medicina, anacronismo de cartero. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]:  Euplanista que lleva los óvulos humanos legítimos a domicilio.

P

Palacear o apalaciar. Verbo. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Ocupar o alquilar provisionalmente un palacio.

Permanecer. Verbo. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Vivir. véase experimentar.

Psicivilización. Antropología. Del futuro  [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Forma de organización social del futuro fundamentada en la manipulación de las inclinaciones del hombre a partir de los químicos que impactan la psique. Utopía Psico-Química.

Putri. de la région Filfa Marimondina [de Viaje a Cotiledonia de Cristóbal Serra]: significa que todo está podrido y es habitualmente empleada en las conversaciones de sobremesa, cuando los ánimos se muestran más francos.

Q

Quimbus Flestrin. Liliput [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Hombre-Montaña.

Quimera. Onírico. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Sueño teledirigido y por encargo, se pide a la computadora soñadora instalanda en la oficina de Suentesis, se suministra a través de pastillas llamadas sueñitas.

R

Replum Scalcath. Brobdingnag [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Lusus naturae; Monstruo.

S

Sanvitistas. Orantonia [De El gato con botas y Simbad el marino o Badsim el marrano (novela póstuma), de Vicente Huidobro]: partido político del país de Orantonia, se reconocen porque les tiembla la mano derecha al llevarse la copa a los labios.

Simulado. Adjetivo. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: objeto que no existe pero que parece existir.

Sincretino. Adjetivo. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Cretino/Idiota sintético.

Slamecksan. Liliput [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Tacones Bajos; facción política en Liliput de corte vanguardista.

Slardral. Brobdingnag [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Caballero-ujier.

Snilpall. Liliput [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Hombre de Ley, título conferido a personas rectas. Se agrega a su nombre de pila y no puede ser heredado.

Splacknuck. Brobdingnag [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Animal de unos dos metros de largo. Lemuel Gulliver cuenta que es de bonita forma.

Struldbruggs. Luggnagg [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Inmortales. Habitantes de éste país que nacen un curioso lunar rojo sobre la ceja izquierda que, a medida que crecen, cambia de color. Es señal inequívoca de que dicha persona será inmortal. Quiénes nacen con está condición no pueden heredarla y es extremadamente rara.

 Strumstring. Verbo. [De Lolita de Vladimir Nabokov]: Rasguear las cuerdas de la guitarra. Acuñada por H. H.

T

Tetraomblipernalistas. Orantonia [De El gato con botas y Simbad el marino o Badsim el marrano (novela póstuma), de Vicente Huidobro]: partido político del país de Orantonia, se reconocen porque les tiembla las dos piernas y tienen el ombligo en relieve como escapulario. Al ser tan extenso el nombre, el pueblo los llama ponchistas, en referencia a un complot donde el diablo perdió el poncho.

Tramecksan. Liliput [De los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift]: Tacones Altos; facción política en Liliput de corte conservador.

Z

Zmarskacz. Conotación jurídica. Del futuro. [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]:  Resucitado. véase Boquiarrugado

Zurralógico. Química. Del Futuro  [De Congreso de futurología de Stanislaw Lem]: Grupo psicotrópico de los que inclinan al mal - que instan a zurrar y maltratar a todo ser, vivo o muerto, que se halla cerca de uno. Podemos citar: El furiasol, la lisina, la sadistinina, la flagelina, el agressium, el frustraciol, la amocolina, El zurrandol y el atacandol.

7. Invocación y evocación de la infancia

En un viejo cuaderno escolar tengo escrita esta frase al margen de una de las últimas páginas: Busco quién se acuerde de lo que se me olvida...