viernes, 16 de abril de 2021

Palindromarium

Hubo una época cuando me divertía con el quebradero de cabeza que es palindromar; buscaba exóticas combinaciones de palabras que daban como resultado oraciones extrañas y hasta incoherentes. Pronto me descubrí apto para los palindromos y hasta creí tener alguna oportunidad de —que con trabajo y constancia podría— batir el record de Juan Filloy, el por mucho tiempo mejor palindromísta de toda la lengua castellana; incluso compuse una teoría taxonómica del palindromo con miras a sistematizar la producción en masa de oraciones ourobóricas. El sueño murió el día que descubrí la obra palindrómica de Victor Carbajo,  simplemente no hay quien le gane. En cualquier caso, mi gusto por los palindromos no amainó, y de vez en cuando compongo alguno, más por accidente, que por voluntad. 
Afecto, como soy, a las colecciones, me permito reunir en este espacio las muestras que considero más insignes de la cosecha palindrómica mundial; apenas una sucinta antología que sea un testimonio de la capacidad intelectual y lúdica de los palindromístas.

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