domingo, 30 de diciembre de 2018

Será a ti, Cerati y otros calambures

Cuenta la leyenda que, valiéndose de su ingenio, el sublime Francisco de Quevedo apostó la cena con sus colegas a que llamaba a la reina Isabel de Borbón coja en sus narices. La esposa del rey Felipe IV por supuesto que era coja, y por tal osadía es fácil pensar que cualquiera sería castigado más que severamente, pero no Quevedo: se dice que compró dos ramos de flores y abordando a su majestad en la plaza pública recitó: Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja. Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad es coja.
No es algo comprobado, pero tampoco es imposible pensar que Quevedo no fuese capaz de semejante despliegue de humor negro y ensañamiento.
Entrando en materia, la artimaña de la que se valió el Señor de La torre de Juan Abad, se llama Calambur. Nuestro socorrido diccionario de la Real Academia de la Lengua Española dice que un calambur es una Agrupación de varias sílabas de modo que alteren el significado de las palabras a las que pertenecen. Hallamos formidables ejemplos en adivinanzas como: "oro no es, plata no es" o "lana sube, lana baja..." Pero esto de los calambures está no sólo en albures y adivinanzas, sino que se hallan hechos perlas en canciones. A continuación una muestra de las que conozco:
El una vez frontman de Soda Stereo tenía debilidad por los juegos de palabras, y no perdió oportunidad de dar muestras de su ingenio en las letras de sus canciones. Gustavo Cerati y sus calambures:

Al fin sucede / al fin su cd planes sin vos / planes sin voz
Amor amarillo / Amor, amar y yo
Estoy azulado / Estoy a su lado
Siempre es hoy / Siempre soy

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

7. Invocación y evocación de la infancia

En un viejo cuaderno escolar tengo escrita esta frase al margen de una de las últimas páginas: Busco quién se acuerde de lo que se me olvida...