sábado, 27 de abril de 2019

Arte La Letra o Apuntes para una Teoría Mínima de la Palindrometría

INTRO

Los palindromos (palindromas, o cómo gustéis) son frases y palabras con una doble interpretación de lectura que paradójicamente es la misma. Lo curioso de ellas es, precisamente, esa lectura ambidireccional que ofrece el mismo sentido —muy en tono de la galería de las distintas formas de decir lo mismo—.
He estado leyendo mucho sobre palindromas y ahora pretendo hacer una propuesta —quizá ilegítima y hasta innecesaria, el tiempo lo dirá— sobre su clasificación y construcción.
Como toda teoría en su origen, presenta defectos y lo que voy a ofrecer no es la excepción, sin embargo, cavilé largamente antes de ofrecer la versión más acabada de mis observaciones sobre éste fenómeno léxico-fonético.

Del origen y el propósito

El palindromísta es un poeta o un filósofo del aforismo y el fin mismo de su poesía (o filosofía) no es más que lo lúdico; llega a abandonar la lógica y el sentido en aras del mero deleite visual y eufémico en las palabras. 
Pero a diferencia del poeta regular o el filósofo, el palindromísta persigue una belleza que es resultado propio de la naturaleza del idioma y de las palabras; es un descubridor. El palindromo tiene menos de creación que de serendipia.
El palindromo yace entre las palabras y toca al palindromísta descubrirlo para cifrarlo y deleitarse con su curiosa constitución morfológica.

Taxonomía del palindromo

Como dije: el palindromo es resultado natural del idioma, toda la artificialidad de que pueda ser capaz no es más que por nuestra costumbre en atender la lógica sintáctica en las oraciones que leemos y escuchamos. El palindromo puede resultar a primera leída (o vista) un sinsentido, pero no debe mirarse con ojos regulares lo que no es regular. 
A pesar de esto, su constitución se presta para hacer una clasificación sistemática y sencilla sobre sus distintas apariencias.
Comencemos por hacer cisma, distinguiendo dos grandes familias de palindromas por su cualidad fonética

POR SU FONÉTICA

A pesar de que mi naturaleza rechaza aquello que podemos denominar como Lo Ideal; es precisamente este parámetro lo que nos permite calificar la perfección de un palindromo. Y ¿Qué determina cuando un palindromo es mucho más bello que otro? Mi respuesta será que un palindromo es más bello cuánto más equilibrado sea. Lo que me lleva a describir cuál sería el principio de equilibrio. Más precisamente hablando: equilibrio fonético.
Al leer, por ejemplo:

Reconocer

Esta palabra es un palindromo fonéticamente ideal, ya que al leerlo de regreso no se deforma. Suena exactamente igual. Palabras como ésta serán el criterio para comenzar a determinar lo que separa a un palindromo ideal de otro cuyo efecto palindrómico es menor.
Pensando por éste derrotero, el corolario obvio es que a medida que la estructura palindrómica es mayor, entonces es más difícil que sea fonéticamente ideal, que posea el equilibrio. 
A partir de aquí nombraremos las dos familias fonéticas de palindromos como Perfectos e Imperfectos. Siendo los primeros por ejemplo:

Edna, ande¹
Adán y Eva, ave y nada²
Educas, oso, sacude³
Sables y selvas⁴

¹. Picardía Palindrómica. Winter, Willy de. Ed. Domés, Primera edición, 1987. PP.119
². Palindromía. González Avelar, Miguel. Ed. Grijalbo, Primera edición, 1984. PP.21
³. Ídem, Winter. PP.28
⁴. Ídem, González Avelar. PP.43

Como Imperfectos tenemos:

¿Será nueva ave una res?¹
Serenata cuyo Yucatán eres²
Y trópico no conocí por tí³
A domar el  surf: fruslera moda⁴

¹. Ídem, Winter. PP. 28
². Ídem, González Avelar. PP. 43
³. Ídem, González Avelar. PP. 43
⁴. Ídem, Winter. PP. 104

POR SU DISPOSICIÓN

El lector atento y reflexivo podrá advertir ya algunas de las cualidades estructurales de los palindromos más allá de su sentido fonético. Para empezar verá que la razón por la que suenan fonéticamente ideal (o no) es por la correspondencia entre sus partes: aquellos que suenan exactamente igual de ida y de vuelta tienen la peculiaridad de que sus emistiquios, palabras o sílabas son equivalentes si se les hace un corte sagital; en tanto que si la relación resulta dispar, la lectura de vuelta no es fonéticamente adecuada.
De ésta segunda observación podemos derivar dos categorías paralelas dentro de los palindromos Perfectos e Imperfectos: resultando
Perfectos Espejo e Imperfectos asimétricos:
Los  llamo espejo por la cualidad que tendrían sus partes: son una especie de reflejo una de la otra. Por ejemplo:

"Adán y Eva, ave y nada"

Si a este palindromo lo cortamos sagitalmente nos resulta "Adán y Eva" que al leerlo de regreso dice tal cuál el resto del palindromo. A mí entender con esta observación vamos prefigurando las características del palindromo ideal.
En tanto que los asimétricos tienen partes con significado que no se corresponden con el resto del palindromo:

"¿Será nueva ave una res?"

Si procedemos con el corte sagital resulta "Será nueva" que leído de vuelta nos ofrece una incoherencia: "aveun ares"
Con estas dos categorías paralelas ya podemos empezar a trabajar una taxonomía de los palindromos, pero aún, si uno es atento, puede derivar un par de características más.

POR SU NÚMERO DE LETRAS

Ya dentro de estas dos categorías podemos añadir un par de subcategorías.  Ahora será por su número de letras: en el caso de los Perfectos Espejo podemos reconocer dos tipos que llamaré Armónicos y Ejes: en el primer caso son palindromos cuyo número total de letras es par, y cuya estructura es correspondiente además de que fonéticamente es lógico. Por ejemplo:
"Edna, ande"

A pesar de que pueda ser poco elaborado, cubre perfectamente todas las cualidades enumeradas hasta ahora. Es fonéticamente correcto, al cortar sagitalmente, sus partes se corresponden como en un espejo.
Los Ejes son aquellos palindromos cuyo total de letras es impar pero tienen la peculiaridad de que una de sus letras, palabras o emistiquios funciona como eje, brindándole equilibrio a la composición sin sacrificar que sus partes (salvo el eje) sean correspondientes y fonéticamente correctas. Como ejemplo tenemos
"Salta sus atlas"

A pesar de que su número es impar, si hacemos un corte triple, dejando la palabra sus como eje, las dos partes restantes son correspondientes y fonéticamente lógicas.
Lograr cualquiera de estos dos tipos de palindromos es particularmente difícil y no abundan ejemplos, pero resultan especialmente geniales de encontrar dada su rareza, su infrecuencia.
En cuanto a los Imperfectos Asimétricos podemos hacer una división similar, tales serán:
Quirales y Dismétricos.
Los primeros son palindromos que tienen un número par de letras sin que al hacer un corte sagital sus partes resultantes se correspondan, retomando el ejemplo de:

"a domar el surf: fruslera moda"

su corte sagital nos ofrece precisamente dos partes no correspondientes.
En cuanto a los Dismétricos serán aquellos que tengan un número de letras impar y que no puedan tener un eje al hacer corte de sus partes. Entonces podremos decir que tienen una porción de dos más extensa que la otra. En:

 "serenata cuyo Yucatán eres"

si lo dividimos, nos resultará "Serenata cuyo" que es más largo que "Yucatán eres"

POR SU ORTOGRAFÍA

La última observación que haré será respecto a su ortografía. Que también es una categoría paralela. El lector juicioso ya habrá notado —y puesto un pero— al palindromo "sables y selvas"; y con justa razón, ya que de vuelta, al menos puede sonar igual pero ortográficamente son incorrectas "selbas y savles."
Como decía, esto genera una categoría paralela, que debí atender antes que el número de letras de un palindromo.
La razón por la que dejé éste inciso al final es su ambigüedad. Pregunto: ¿Qué tan legítimo es permitirse una falta ortográfica en aras de construir un palindromo que de otra manera sería imposible? Mi respuesta es: no lo sé. Pues si bien el arte del palindromo es de gran complejidad, hasta cierto punto, todo arte se permite sus licencias, sin embargo está el pero por la pureza del lenguaje que se pierde. Al respecto González Avelar dice en el prólogo de su libro:
"Ordinariamente el palindroma se construye para ser leído; y mejor aún, para ser visto. Al efecto, se le exige una arquitectura absolutamente simétrica, como si el resultado que se buscara fuese una entidad visual y no fonética; a este respecto las reglas han sido muy severas y, por tanto, nadie considera que ha terminado uno si no figuran exactamente las mismas letras a la ida que al regreso de la frase. Es una temprana frustración, por ejemplo, darse cuenta de que, estrictamente, azur, no vale como rusa. De aquí que el primer acto de rebeldía del palindromísta consista en querer abandonar la servidumbre ortográfica para conquistar el dominio de los puros sonidos. ¿Será posible establecer, y liberalizar al mismo tiempo, algunas reglas en esta materia?"
Después ofrece ejemplos de licencias ortográficas que se permite a razón de lograr un palindromo, aunque sea imperfecto. Una apología de las faltas ortográficas.
Pienso que todo vale, pero hay cosas que valen más que otras. Y en el personal es más loable hallar un palindromo en las limitaciones del lenguaje que en la libertad de subvertir la ortografía. No por ello no disfruto de los palindromos ortográficamente incorrectos, pero son más valiosos para mí los que guardan todavía esa convención del lenguaje escrito. Razón por la cual prefiero un poco más el celo y cuidado de Winter como palindromísta que la libertad anárquica de González Avelar. En ese sentido las últimas categorías paralelas en los palindromos serán Ortográficos y Anárquicos —sin contar los acentos de las palabras, que ya sería ir ya al límite del purismo—. Siendo ortográficos todos aquellos que respeten la ortografía —discúlpeseme la redundancia y la obviedad— y anárquicos los que no.
Éstas categorías paralelas pueden empatar perfectamente con las demás. Podríamos hallar, por ejemplo, un palindromo perfecto armónico anárquico o uno imperfecto quiral ortográfico. Casi podemos admitir cualquier combinación, pero en resumidas cuentas son:

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