jueves, 12 de marzo de 2020

1. Narices amputadas

Y ahora, para entretenimiento de propios y extraños, una nueva entrada en mi blog y también una nueva colección: Variainvención, textos recuperados de diversos sitios que ofrecen curiosidades, ideas, boutades y otras excentricidades. Resta acotar que esté ensayito procede de una revista literaria de 1850 y si su ortografía resulta extraña en algunos puntos es porque se respetaron sus convenciones.

Procedimiento quirúrgico para la restauración de la nariz
Hace algún tiempo que M. [Leon] Labat¹ ha a dado fin a una obra dedicada al virrey de Egipto, intitulada: Rinoplastia, arte de restaurar ó curar completamente las narices.
Muy larga sería la historia que podría escribirse acerca de las narices que han sido cortadas, porque ha sido una de las crueldades mas frecuentes entre los antiguos.
Diódoro Sículo² cuenta que cortaron las narices, de orden de Actazan, a todos los habitantes de Kisapoor, sin perdonar a los niños de teta, por lo que se dió á aquel pueblo el nombre de Nasica-Topoor. Entre los Egipcios, los Griegos y los Romanos inflijia la ley este castigo a los adúlteros, y el marido ultrajado solía desempeñar la operación*.
Sixto Quinto³ cortaba las narices a los ladrones que dieron en su tiempo en infestar a Roma.    
Isabel, reina de Inglaterra (que tenía grandes narices), ordenó, por medio de un decreto, que se cortase las narices y las orejas a los que hablasen mal de su gobierno, y se burlasen de ella.
El fatuo Cárlos II⁴ mandó cortar las narices al caballero Cowentry, que le había lanzado una sátira mordaz, y el gran Federico II⁵ se valió del mismo expediente para calmar la exasperación de un noble que se quejó de una injusticia.
La rinoplastia, o remendadura de narices, fue un arte conocido por los antiguos, y traía su orígen de la India, donde se practicaba desde tiempo inmemorial. Galeno,⁶ que nació en Asia, recorrió el Oriente, y vivió muchos años en Alejandría, donde pudo recojer algunas noticias acerca de las operaciones que usaban los bramines; pero aquellos sacerdotes hacían un misterio del método que empleaban; y sus sucesores han evitado de tal manera descubrirle a los profanos, que aun en el día, por mas influencia y dominio que tengan los Ingleses en aquellos países, no pueden conseguir que los que lo emplean les digan de qué medios suelen valerse.
Galeno dice que para remendar las narices es necesario echar mano de la cútis del rostro; y añade Celso⁷ que practicando grandes incisiones verticales cerca de las orejas, se puedo llevar fácilmente la cútis hacia el centro de la cara. Olaus Magnus,⁸ en su Historia de rebus mirabilibus, se calienta el celebro hasta el punto de creer que podrían remendarse unas narices aplicándoles un pedazo de una ave viva.
El método italiano o calibres, que se debe a Tagliacozzi,⁹ estriba en remendar las narices acercando a la cara uno de los brazos del desnarigado, y aplicando al sitio conveniente un pedazo del brazo, mientras sale la sangre, pedazo que deberá separarse de los restante del brazo, al cabo de quince o veinte días, cuando se halle ya completamente adherido a la cara.
Gaeff, cirujano mayor de la institución clínica de Berlin, y el célebre profesor Delpech,¹⁰ emplearon y perfeccionaron el método de Tagliacozzi.
En Boloña, en Nápoles y en la Calabria preferían la cútis del brazo a la de la frente; pero echaban mano de esta última desde la más remota antigüedad los bracmanes, y mas tarde los bramines y los koomas.
M. Labat cita varios casos para establecer que las narices pueden volver a adherirse a la cara después de haber estado separadas de ella completamente.
Y tan persuadidos están en la India de que las narices una vez cortadas pueden volver a adherirse al rostro, que la ley previene que las arrojen al fuego; pero en Italia, en donde solían cortarse muchas en otro tiempo, se permitía al desnarigado recogerlas y cosérselas antes que llegasen a enfriarse. En 1626, Antonio Molinetti,¹¹ profesor de la universidad de Padua, hizo este servicio a un italiano de buena familia, que había sido condenado a perder las suyas. Molinetti estuvo cerca del cadalso, y cogió las narices antes que se enfriasen.
Otra cuestion importante es la de saber si pueden acomodarse a un rostro las narices cortadas a otro individuo. Hay muchos en favor de la afirmativa, y este método se llama operación mogoliana. Regularmente solía ser un esclavo el que cedía sus narices o alguna tajada de carne para semejante operación.
En las  Indias, país de despotismo, en donde las castas privilegiadas con la mayor frescura cortaban las narices a un paria o a un prisionero de guerra, se practicaba y se practica esta operación con frecuencia.
Cuenta Dionisio,¹² en su Tratado de operaciones quirúrgicas, que un ladrón, habiéndose cortado una noche las narices, corrió a buscar un cirujano, que le pidió se las diese para pegárselas. Sus compañeros salieron al punto, cortaron las narices al primer sujeto que encontraron, y las llevaron calientes al cirujano, que las acomodó y cosió perfectamente
Este método de servirse de la carne ajena no es desconocido en Italia; pero les repugnaba emplearle, porque creían generalmente que se resentiría de las enfermedades del que la había dado, y se pudriría cuando este llegase a morir. Contribuyó a acreditar esta opinión Van-Helmontz,¹³ en el siglo XVI, publicando formalmente la historia de un caballero de Brusélas, que vió de un día a otro muertas sus narices. Quiso saber el por qué, y le dijeron que el ganapan que se las había cedido acababa de morir. De esta historia burlesca hizo un remedo Voltaire¹⁴ en la novela de Zadig o el Destino.

Jerico

* ¿A que fin las narices inocentes?

¹ Viajero y médico francés. Recorrió largamente europa y los continentes asiático y africano; en Teherán curó al Shah de una enfermedad que lo aquejaba desde hacia 10 años, lo cual le valió su protección. Murió en 1847.
² Diodoro Sículo (o de Sicilia) fue un historiador griego del siglo I a. C., conocido por su obra «Biblioteca histórica».
³ Ducentécimo vigésimo séptimo Papa. Perteneció a la orden de los franciscanos y ostentó el papado de 1585 a 1590.
Rey de España, también conocido como "el Hechizado." Gobernó entre 1665 y 1700.
Conocido como "el Grande", fue el tercer rey de prusia y paradigma de el despotismo ilustrado durante el siglo XVIII.
⁶ Galeno de Pérgamo o Claudio Galeno, fue un médico y filósofo romano del siglo I d. C.
⁷ Aulo Cornelio Celso fue un enciclopedista romano de siglo I d. C. Se le conoce principalmente por sus escritos agronómicos. Se le creía médico, pero no hay muchos datos para afirmarlo.
⁸ Olof Månsonn era su verdadero nombre, fue un erudito sueco conocido especialmente por su labor cartográfica.
⁹ Gasparo Tagliacozzi fue un cirujano italiano del siglo XVI pionero en la cirugía plástica y reconstructiva.
¹⁰ No logré hallar datos sobre Gaeff & Delpech.
¹¹ En efecto, profesor de anatomía en Padua.
¹² No hay datos concluyentes sobre qué Dionisio puede ser.
¹² Hermann Van-Helmholtz fue un físico y médico del siglo XIX, son especialmente conocidas sus aportaciones al estudio de los sentidos de la vista y el oído.
¹⁴ Filósofo ilustrado. Junto con Zadig o el Destino [de las primeras obras de ficción en postular el arquetipo de detective en la literatura] su novela Cándido o el optimismo [sátira mordaz contra la doctrina del optimismo de Leibniziano] y Micromegas [otra sátira contra cierto personaje del ámbito científico francés de su época] son sus obras más conocidas. En realidad, Voltaire cuenta en su obra que Zadig había fingido su muerte para probar la fidelidad de su mujer, quien estuvo a punto de cortarle la nariz para dársela a su interés amoroso, quien le había afirmado que poner la nariz de un recién fenecido junto a la suya era un remedio medicinal que acostumbraba tomar. 

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7. Invocación y evocación de la infancia

En un viejo cuaderno escolar tengo escrita esta frase al margen de una de las últimas páginas: Busco quién se acuerde de lo que se me olvida...