domingo, 18 de marzo de 2018

Para romper con la hegemonía de las cuatro habitaciones

Acabo de preguntarme cuál es la razón por la cual la mayoría de la música pop está hecha en 4/4. Después de revisar un par de comentarios e ideas en internet he sacado algunas conclusiones.
De repente salen explicaciones relacionadas con cuestiones biológicas: "es un ritmo que empata con el latido del corazón". Sin embargo está demostrado que no es el 4/4 el que se adapta al corazón, sino más bien este se adapta al ritmo de la música. Incluso, dichos estudios afirman que las personas con educación musical tienen la habilidad de empatar sus frecuencias cardíacas con la música que interpretan, esto en un proceso inconsciente. Entonces podemos descartar una relación específica entre el 4/4 y el corazón.
Por otro lado, hay argumentos psicológicos: "el 4/4 es satisfactorio para el cerebro por su equilibrio y simetría, por eso resulta tan común en la música". En este respecto, pienso que no es del todo cierto que el 4/4 es un compás tan equilibrado. Es decir; si a esas vamos, el 2/4 es mucho más quilibrado, una sucesión de un pulso fuerte y uno débil, totalmente dual y ¿Qué es más equilibrado que algo que solo contiene dos elementos? A diferencia del 4/4 que tiene un pulso fuerte, luego un débil, después uno semifuerte y al final uno débil. Si hacemos una estadística, es un compás bastante desequilibrado, en escencia mucho más débil por su estructura. Por otro lado el 2/4 evoca cualidades e ideas como lo alto y lo bajo, lo bueno y lo malo, lo femenino y lo masculino, la luz y la oscuridad; todas estas cosas son complementarias entre sí, es decir alberga una idea de equilibrio muy bien definida. Así que después de esto, me atrevo a decir que también es incorrecto pensar que la naturalidad de 4/4 tenga una razón psicológica. Incluso, cabe agregar, que en los albores de la música tonal tal como la conocemos, se pensaba que el 3/4 era el compás perfecto, por su división tripartita, que evocaba la santísima Trinidad.
Creo que estamos ante un fenómeno particular, una paradoja donde no sabemos cuál es la causa y cuál el efecto: ¿el 4/4 es natural porque se usa a diestra y siniestra o se usa a diestra y siniestra porque es natural? Quizá nunca lo sabremos a con certeza...
Lo cierto es que nacemos rodeados de música en este compás. Quizá no es hiperbólico afirmar, que siguiendo el principio de Pareto, el 80% de lo que oímos está en 4/4... y a menor cultura musical, más bajo éste dominio rítmico estamos. Pero ¿qué hay del 20% de música restante? En géneros como el jazz, el rock progresivo o la música folclórica abundan divisiones rítmicas inusuales o diferentes (6/8, 12/8, 5/4, 7/4 ¡10/π!, 6.5/8... etc...) que ofrecen variedad y alternativa.
Ahora, podría clasificar estos compases diferentes en base a las dos sensaciones que producen:
Sutiles: cuando a pesar de que lo que oímos es un compás extraño, uno no se da cuenta.
Evidentes: cuando la sensación rítmica inusual está tan presente que da la impresión de estar oyendo algo que está incompleto, desfasado o hasta que los músicos tocan de manera errada.
Se me ocurre que hay mucha música que se decanta por una de estas dos posibilidades, y hay otra tanta que combina ambas posibilidades; incluso música que combina compases regulares e irregulares para diversificar las posibilidades sonoras.
Resta agregar que oír música sólo en 4/4 (o 2/4, 6/8 y su homólogo 3/4) no es algo totalmente malo, sólo un poco castrante en cuanto a las posibilidades de goce estético que nos estamos negando al no explorar más música; finalmente el 4/4 y cía. son límites y los límites tienden al infinito.
Para romper con la hegemonía de las cuatro habitaciones sería bueno comenzar por agregar una quinta habitación:
Animals del sexto álbum de la banda británica Muse. De lo más tranquilo de la producción de este trío. El 5/4 a veces se percibe sutil y otras veces la sensación de irregularidad es más convincente.
5/4 una canción de Gorillaz donde coexisten en bicrono un 5/4 sobre un 4/4, la sensación del ritmo irregular es evidente.
Take five un clásico del jazz, pequeña obra maestra del Dave Brubeck Quartet, un tema donde el ritmo es tan sutil que pasa desapercibida su división de 5/4, además de que el título es una alusión a su compás.
Seven days del genio Sting, un artista que ha tocado como pocos un sin fin de facetas sonoras, este tema en 5/4.
5 - 4=Unity de Pavement, una banda un tanto desconocida. El título de la canción es bastante original, ya que alude a su configuración rítmica de 5/4, a pesar de que en varios momentos cambia brevemente a un 6/8. Hay una clara influencia de Take five de Brubeck.

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